jueves, 19 de julio de 2012

SEAMOS HACEDORES Y NO SOLAMENTE OIDORES DE LA PALABRA

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En San Marcos 1:41 dice que Jesús, teniendo misericordia de aquel leproso, extendió su mano y le tocó. Aquel que tenia ( y aun tiene) la respuesta que necesitaba este hombre que padecía de una terrible enfermedad (la lepra). 

"A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las   disfrutemos" 1 Timoteo 6:16 RV 

Tomo estos dos pasajes como punto de referencia para dejarte amado lector algo en que meditar, y ¿por qué no?, actuar al respecto. En primera instancia, vemos a Jesús frente a un hombre que padecía de una enfermedad que lo excluía los demás, la lepra. 
Cuando un hombre o una mujer en Israel padecía esta enfermedad, era rechazado(a) por la sociedad, especialmente por los religiosos de la época. No se les permitía acercarse a la ciudad porque era considerado inmundo por el resto. Sin embargo, en nuestra historia, Jesús rompe todo paradigma tradicionalista ("sujetos a la ley de Moisés"), y mas que impedirle a este el acercarse a Él, se atreve a tocarlo. Esta acción nos enseña que para ayudar al prójimo hay que extender la mano, y en esta ocasión, para transmitir no una enfermedad, sino más bien para traer una sanidad. Este hombre que padecía lepra, mas allá de desear una ayuda económica, anhelaba ser limpiado de su enfermada para poder volver a reunirse con su familia y poder volver a ser aceptado por la sociedad que le había rechazado por su condición. Es por esta razón que el maestro de los maestros, Jesús el Hijo del Dios viviente, extiende su mano y dice: "SE LIMPIO". Esta limpieza iba mas allá de simplemente quitar la lepra de su piel; esta limpieza estaba quitando el oprobio de la vida de este hombre.  El fue limpio físicamente, emocionalmente, y espiritualmente. Gloria a Dios por eso.

Ahora bien, el segundo pasaje que he tomado juntamente con la foto que aparece al lado izquierdo, tienen la sana intención de "tocar" el corazón de aquellos que al igual que Jesús, tienen en estos momentos la facultad, o si se quiere "el poder económico" para también extender su mano y quitar el oprobio, de todos aquellos que al igual que estos niños están siendo despreciados por la sociedad que los ve como una carga o mas bien como unos estorbos ("leprosos") para sus fines mezquinos y egoístas. Quizás no tienes el poder sanador que tenía Jesús por tu falta de fe en El o por que simplemente no crees en el evangelio, pero si tienes recursos que otros necesitan para hacer lo que por tu cargada agenda y múltiples contrataciones "no tienes" el tiempo para ir tu mismo acercándote a los necesitados y extender tu mano para dar de lo que Dios te ha dado, ni tampoco para acercarte a Jesús que está igualmente dispuesto a tocarte a ti también, como lo hizo con aquel hombre, y limpiarte de la lepra del pecado que te asedia y que te condena. 

Ven a Jesús y abre tu corazón a El, y pon tus riquezas a Su servicio, considerando lo que dice nuestro texto, que las riquezas son inciertas, mas el conocimiento de Jesús es mas que cierto. 

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