Lideres en el crecimiento de la iglesia insisten en que el entendimiento más completo de lo que la evangelización es verdaderamente, implica un doble sometimiento: 1) SOMETIMIENTO A JESUCRISTO COMO SEÑOR Y SALVADOR, y 2) SOMETIMIENTO AL CUERPO DE CRISTO. La conversión de Pablo tuvo estos dos aspectos. Se sometió a Jesús en el camino de Damasco, refiriéndose inmediatamente a El como Señor, y se sometió al Cuerpo de Cristo en la ciudad de Damasco, y al representante de la iglesia que Dios había seleccionado, Ananias.
Esta breve enseñanza la he tomado el libro "Iluminando el mundo" de Peter Wagner, pag. 32. Mientras leía este pasaje, pensé lo bueno que sería compartir con mis lectores esta poderosa instrucción. Es un ejemplo apostólico para los hoy auto-denominados apóstoles o mas bien pseudo-apóstoles, que van de ciudad en ciudad o nación en nación, sin tener una iglesia que pastorear, ni pastores bajo su cobertura, y mucho menos sin autoridad a quien rendir cuentas en su supuesto "ministerio apostólico".
Oro para que el Señor Jesucristo, por medio del Espíritu Santo, abra sus ojos y salgan del engaño en que el enemigo de nuestras almas les ha metido. Dios permita que sometan a El y tambien a Su cuerpo, que es la iglesia, como lo hizo el apóstol Pablo. Bendiciones para cada lector o lectora de este blog.
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